Vale, ya has leído el asunto y has decidido abrir el mail. Y yo me alegro de empezar de nuevo este lunes contigo. De hecho, me encanta. 

Hoy quiero confesarte algo muy personal. Va de obsesiones. Y es que me considero una persona algo obsesiva. Si.

Y cuando pensamos acerca de la obsesión o hablamos de ella en las formaciones a menudo le otorgamos un significado negativo. Es como que la obsesión no mola.

El caso es que el otro día leí una frase de Pau Gasol que decía algo así como La obsesión es necesaria para llegar a la genialidad. Cuando el resto tira la toalla, tú no

A ver, a ver, a ver. 

A priori me gusta la frase. Y no es de Einstein. Es de Pau Gasol que siempre es más de casa.

Si buscamos la definición de obsesión en la RAE dice así…

Perturbación anímica producida por una idea fija.

Otra definición.

Idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud.

Es decir, cuando te obsesionas por algo tu cerebro entra en bucle y ello produce una alteración anímica.

El cerebro se enzarza en una forma repetitiva de sentir (perturbación anímica, emoción) y de pensar (idea fija o recurrente, concepto). Y todo parece girar en torno a ello y no siempre la controlamos. No.

Y quiero aclarar que hago referencia a las obsesiones sanas. Obsesiones cotidianas. No trastornos.

Y puedes pensar, ¿es esto malo? Pues según. 

Porque una obsesión te puede llevar a mantenerte activos, constante y perseverante ante una idea. Al igual a tu equipo.

Y el estado emocional te lleva a seguir haciendo más de lo que haces. Y si esto te suma, te motiva, te inspira a hacer más y te permite evolucionar. Esta obsesión es ok. Si. También en un equipo.

Luego existen otras obsesiones que te restan, que te dejan sin energía, que te agotan. El estado emocional es negativo y te hace más mal que bien. Y te ofuscas. Malo.

Así que depende de ti cómo gestiones la obsesión.

Vale. Te confieso mi obsesión. No es dominar el mundo, no. Dejo la batalla en manos de Elon Musk y un puñado de personas poderosas.

Pero sí es una obsesión cambiar las reglas del juego en el entorno empresarial. Y si. A veces no me deja dormir. Y si. Puedo pensar en ella 27 ó 32 horas al día. Y si. A es una obsesión que me permite dar lo mejor de mi. Y si. Si tu has decidido estar aquí, es que a ti también te aporta. Así que bendita obsesión. 

Quizás otra obsesión sería más putada. Cómo la de comer cosas raras.

De hecho sin algunas obsesiones la humanidad no hubiera avanzado como lo ha hecho. Obsesiones científicas. Obsesiones artísticas. Obsesiones tecnológicas. Al fin, obsesiones.

Así que la próxima vez que le digas a alguien de tu equipo que está obsesionado… o te lo digas a ti mismo… Piensa si esto es tan malo. Porque se suele utilizar el adjetivo como una de esas armas con las que se ataca al adversario.

Dícese adversario a tus compañeros. Ya sabes.

Hoy es lunes. Quizás el primer lunes normal del año. Puede ser un muy buen lunes.

Depende de ti. Y de tu jefe. A ver cómo viene. Suerte.

Bibi

PD. Hoy no hay posdata.