Bien. Sabemos que somos lo que consumimos.

Ludwig Feuerbach, un filósofo alemán sentenció la frase somos lo que comemos en 1850, aunque hoy ya se ha hecho popular en muchos artículos y libros sobre la salud.

Él se refería a la comida y de hecho en su tratado Enseñanza de la Alimentación pronunciaba también si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come.

Y lo mismo pasa con los pensamientos y las ideas. Con tu cerebro. Con la información que consume.

Si consume cosas ricas, produce cosas ricas.

Si consume m…, bueno, vamos a dejarlo en si consume basura, produce basura.

Es por ello que según la información que le estés dando a tu cerebro creará unas u otras conexiones neuronales y estas se irán asentando y formando tu realidad y la de tu entorno.

Ya sabes, según pienses, sentirás, adoptarás una u otra actitud y actuarás, creando así tu vida. Ni más ni menos.

Por ello se hace imprescindible cada vez más cuidar la calidad de la información, pensar un poco e ir discerniendo lo que es válido y lo que no.

Ah. Y de la información que te hablo es tanto interna, lo que te dices tu, como externa. ¿si?

Bien.

En el mail de ayer ya te hablé del cerebro como la herramienta para hacer frente al caos, a la vida, a lo que se viene. El cerebro es sin duda lo más valioso que tenemos y poco se habla de ello.

De ir al gimnasio, si. De ir al gimnasio del cerebro, poco.

Pienso que elevar los niveles de consciencia debe ser una prioridad, para no ir a lo loco y entrenar el pensamiento crítico se ha vuelto imprescindible.

Pues bien, existe una manera de hacer frente a ello. Elon Musk y otros frikis que hay por ahí haciendo cosas muy grandes y muy locas lo utilizan. También se utiliza en física. (No se si sabías que Elon iba encaminado en convertirse en físico antes de ser emprendedor). 

Y es el Pensamiento basado en Principios Fundamentales. Utilizado para ir a la raíz de un problema y llegar a la verdad algo más pura para poder pensar desde aquí sin dejarse llevar por la corriente.

Y quiero compartir contigo cuatro preguntas que puedes hacerte para vivir más conscientemente, combatir el ahorro de energía que tu cerebro quiere y dejar de comprar ideas a lo loco.

Aquí las tienes…

¿Qué utilidad tiene la información que consumes en redes, medios, plataformas, pensamientos, la gente con la que te rodeas…? 
¿Qué propósito cumple esta información en tu vida? 
¿Qué grado de certeza tienes de esta información?
¿De qué calidad son las fuentes de las que proviene?

Todos validamos o invalidamos ideas según nos venga de un medio u otro, les damos más credibilidad según su procedencia, nos dejamos llevar por la autoridad y por el número de personas que den por válidas esas ideas. Todos.

Y además de hacerte estas preguntas, añadiría una última también, ¿te suma o te resta la información que consumes?

Porque recuerda algo, lo importante de verdad, aquí, es tu vida. Y cómo la disfrutas. Que a esto hemos venido. 

Ya casi es viernes.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Cada día se van sumando lectores a la (r)evolución. Gracias por compartir el mail. Eres lo más.

PD2. Te dejo el enlace a un workshop de comunicación donde vemos muchos automatismos de tu cerebro. Al igual te interesa.