Vamos a ver. Hoy voy a ser breve, muy breve y es que tengo poco tiempo.

Voy a hacerte una propuesta y voy a ir al grano.

Si no te gusta lo que tienes en tu vida, cambia tu ser.

Repito. 

Si no te gusta lo que tienes en tu vida, cambia tu ser.

Fíjate.

Vivimos en la cultura del tener.

Tener un buen trabajo, tener relaciones que nos colmen, tener la casa de tus sueños, tener experiencias que nos llenen, tener bienes materiales que nos acercan un poco más a la felicidad, tener un status o reputación, tener salud, tener familia y dinero.

Tener, tener y tener. Lo raro es que no nos llamemos Teneres Humanos en lugar de Seres Humanos.

A lo que iba.

Muchas veces nos sentimos insatisfechos con la vida porque aquello que tenemos no cumple con las expectativas que teníamos. 

¿Y que hacemos? 

Insistir en el tener. Queremos cambiar lo que tenemos, incidimos en el tener y aquello no cambia y es entonces cuando nos sentimos frustrados.

O nos conformamos con lo que tenemos aunque no nos haga felices.

Y es en este preciso momento cuando debemos recordar que somos Seres Humanos.

¿Y qué podemos hacer entonces?

Antes lo hemos dicho.

Si no te gusta lo que tienes en tu vida, cambia tu ser.

Deja de darte cabezazos con lo que tienes y enfócate en quien debes ser para conseguir lo que quieres.

Y vive, siente y actúa desde ese nuevo ser. Y luego me cuentas.

El tener es una consecuencia de lo que somos cada día. Y no al revés.

No se si ha quedado clara la idea, si no otro día, ya profundizamos en ella. 

Me tengo que ir.

Ya es viernes. 

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Por cierto, ayer recibí una foto de dos almas muy bellas que están por aquí cada día. ¿La foto? Ambas se habían tatuado en la piel la palabra (R)EVOLUCIÓN. Todo en orden.