Hoy voy a ser breve. Ya sabes. Es viernes.

La semana pasada estaba en la Uni y nos tocaba examen. Les tocaba examen. Yo tenía qué decidir qué les preguntaba.

Siempre hacemos el examen de dos partes. Una teórica. Que la tengo que hacer si o si. 

Y una práctica que es donde les evalúo de verdad algunas habilidades. Que de esto va la asignatura.

¿Y qué les evalúo? Pues entre otros, la gestión emocional, la creatividad, la comunicación de impacto, la resiliencia, el discurso, la humildad, la vulnerabilidad y también el disfrute.

Y lo evalúo entre 3 y 5 minutos que tienen cada uno de ellos. Sí. Quizás te parezca a ti poco pero a ellos les parece la hostia.

¿Y sabes cómo lo hago? Tienen que prepararse y hacer un monólogo delante de sus compañeros de máster.

¿Un monólogo? Cuando les anuncio me miran extrañados. Año tras año. 

Si, un monólogo. Esto va en serio. Y les invito a que investiguen, a que se inspiren, a que vean a los mejores monologuistas y a que se lo preparen bien y salgan al escenario a triunfar.

¿Y sabes qué es lo que sucede el día del examen? 

Te lo cuento.

Algunos van bien. Algo bien. Pero la mayoría no acostumbran a salir demasiado bien. Por no decir nada bien.

Y ¿sabes porqué?

Porque nos cuesta exponernos delante de la gente. Tenemos miedos.

Porque nos cuesta mostrarnos vulnerables. Tenemos miedos.

Porque nos cuesta reírnos de nosotros mismos y disfrutar. Tenemos miedos.

Porque nos cuesta creer en nosotros. Tenemos miedos.

Y no sigo porque te he dicho que iba a ser breve.

Sólo que tomemos consciencia de todo lo que creamos en nuestras cabecitas y que nos impiden sacar toda nuestra grandeza.

¡Ojalá ser nosotros cada día de nuestras vidas!

Si, en el trabajo también.

Ayer era casi viernes. Hoy ya lo es.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Hoy dedico el mail a todos mis alumnos valientes que están por aquí. Os quiero. Un besazo y feliz finde.

PD2. Practicar el monólogo es una buena herramienta para no tomarnos tan en serio. ¿Cómo? Al salir del trabajo piensa en una situación que te haya incomodado y transfórmala en monólogo. Y si eso, me cuentas qué sucede. ¡Pruébalo!