Cada día a las 7:15 h tienes un mail en tu bandeja de entrada. Entre todos los demás que recibes. Si.

Espero que sea más entretenido que el de tu jefe. Si, también.

Y si tu eres el jefe, ya sabes, hazlo entretenido, que siempre mola más. 

Pero bueno, vamos al lío.

Cierto es que sois muchos los que me comentáis como os gusta el momento mail. Cómo ha pasado a ser un minuto para vosotros. Un minuto de reflexión. Yeah.

También para vuestro equipo los que lo compartís a diario en vuestra reunión. Yeah por dos.

Y puntazo para mi ego.

Aunque también alguna vez me habéis dicho que un mail al día es demasiado. Y también hay alguna que otra baja.

Y aquí es cuando guardo un minuto de silencio.

Y en este minuto de silencio mi cerebro no calla. Y pienso que quizás tengan razón. Quizás una vez a la semana sería suficiente. Y es más, yo tendría menos carga de trabajo.

Pero siempre le acabo ganando la batalla a mi cerebro. En honor a ti y a todos los lectores diarios. 

¿Y cómo la gano?

Recordándole las tres razones de peso que tengo para estar aquí cada día. Y te las recuerdo a ti también por si hace poco que estás por aquí.

Son tres. Ni una. Ni dos. 

La primera. Me flipa la idea que tu cerebro cada día tenga su rato de toma de conciencia y se quede reflexionando en algo que sin el mail igual pasaría por alto. Un minutín de gimnasio. 

Y lo envío a diario, porque tú llevas puesto el cerebro cada día. No una vez a la semana. 

Otro nivel más pro ya es utilizarlo.

O decidir conscientemente en qué invertir el tiempo. Ya me ves a veces compitiendo con Tiktok.  

La segunda. Es que aunque vaya algo despacio quiero hacer la (r)evolución en el entorno empresarial. Y lo sabes. Quiero hacer más el amor y no la guerra. Quiero ver empresas sanas, vivas, felices y productivas. ¡Y ganando todos!

Vuélvelo a leer porque esto es lo más importante. Y ganando todos. Trabajadores y empresas. 

La tercera. Que tu empresa compre mis cursos para que realmente haya una transformación en el mundo empresarial. Y ganemos tú, tu empresa y yo. 

Por todo esto le pongo mucho cariño cada día. Quiero ver un mundo con trabajadores muy cañeros y empresas muy molonas. Y aunque nadie ha dicho que vaya a ser fácil. Lo que si sé, es que es posible.

Sois muchos CEO’s y jefes que andáis por aquí. Muchos trabajadores también. Por lo que hay esperanza.

Y si con este mail diario logro que el proyecto crezca, conseguiremos cosas increíbles. Y todo habrá valido la pena.

Es más. Si hay algo que valoro es tu tiempo, tu energía y tu atención. Así que si ves que un mail al día es demasiado para ti. Puedes o bien ignorarlo el día que decidas no leerlo. O también puedes darte de baja aquí.

Y si eres de los cientos que quieren seguir con la (r)evolución, también te dejo el enlace para que lo envíes a quien de momento quiera ser de la resistencia, es decir, quiera ser feliz en el trabajo. 

Sólo que lo envíes a 3 personas, igual empezaríamos a hablar de miles. ¡Y esto ya sonaría algo más serio para la (r)evolución!

Que igual de momento nos miran raro… 

Ya casi es viernes.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Hoy no hay posdata