Imagínate que hoy entra un nuevo compañero en la oficina.

Así que tienes que tomar una decisión.

Si tomas la pastilla azul a partir de hoy partirás de la confianza siempre en tus relaciones. Si tomas la pastilla roja seguirás desconfiando hasta que te demuestren que puedes relajarte y estar seguro que puedes entregar tu confianza.

Dime, ¿cuál tomarías?

Piénsalo antes de seguir.

Hay dos tipos de personas. Las que confían y las que no. Las que tomarán una pastilla u otra.

¿Y sabes que? El porcentaje de quienes deciden tomar la roja siempre supera a quienes deciden tomar la azul. En la vida y en el entorno laboral, claro.

Y es que nuestra cultura es más de piensa mal y acertarás, nos va el rollo primitivo y el estado de alerta, claro no vaya a ser. No vaya a ser que te la peguen.

Como si el mundo estuviera constantemente conspirando contra ti. Algo egocéntrico.

Somos más de la pastilla roja, preferimos ir con una armadura por la vida. Es algo así como llevar un traje de caballero con armadura metálica, escudo y lanza, claro. Protegiéndonos de las amenazas del mundo exterior. 

Dícese amenazas del mundo exterior a un compañero nuevo en la oficina.

Lo de ir ligeros de equipaje, demasiado cool. Demasiado minimalista. Somos más de la época medieval.

Somos de no doy la mano no vaya a ser que me cojan el brazo. Como si, después de la batalla, se fueran a quedar con nuestro brazo para siempre.

Madre mía. 

Y después están los de pastilla azul. Son además los que tienen claro que relaciones y negocios van de la mano.

Soy muy fan de los que confían y de buenas se abren desde el corazón. Como si todos fuéramos de la misma especie, ya sabes. A lo loco.

Soy muy fan de los que van seguros por la vida, no temen al compañero (que no adversario medieval) y saben que cocrean las relaciones.

Soy muy fan de los que llevan escrito en la frente yo confío en ti y se conectan al momento, e incluso con algo de humor.

Ya. Sé lo que piensas. Que esto está muy bien pero que siempre te la pueden pegar.

Claro que si, peor para ellos.

Claro que si, y todo lo que has ganado, ¿que?

Claro que si, olvídalo y sigue hacia delante. 

Y es que hay dos cosas importantes que siempre vemos en los cursos además de los ángulos psicológicos que nos han llevado aquí. 

Una. Si vas de desconfiado, ya sabes que recibirás. Ley de la reciprocidad. Dos. La confianza engendra confianza.

Yo lo tengo claro. Me quedo con la azul. Soy más de hacer el amor y no la guerra. Si, en la empresa.

Y tu ¿cuál decides tomar? Si es la azul, que se note.

Ya es miércoles. No lo dejes pasar como si nada. Vale lo mismo que cualquier otro día. ¡Haz que sea un día espectacular!

Bibi

PD. Me voy pitando a impartir una formación para un departamento de márqueting, donde veremos cómo funciona la mente y la ciencia de la persuasión. Disfrutando. Me flipa.