Ayer te conté alguna perla que desde pequeña había sonado siempre en mi cabeza rollo dolby surround

Hoy voy a compartir contigo un hit familiar.

Una de estas frases que se escuchan a lo largo de toda la infancia y acaban formado parte de la banda sonora de ella. De tu infancia quiero decir.

Antes déjame ubicarte.

Nací en Tarragona. Y de pequeña vivía también en Tarragona. En el centro. De hecho me crié en la calle más comercial en aquel entonces.

Allí tenía la casa mi padre. También mi madre. Y mis abuelos. Diferentes casas pero todas en menos de 100 metros.

En esa calle se ubicaban las principales tiendas de ropa del momento. Zapaterías. Recuerdo un quiosco. También panaderías. Una perfumería. Una mercería donde iba a comprar con mi abuela. Y una tienda de lencería. Entre otras.

Quédate con este último dato porqué es importante.

Volvamos a mi familia. Éramos una familia muy normal. Quizás un tanto avanzados a la época. Ya divorciados. Pero es que mis padres siempre fueron muy early adopters en todos los sentidos.

Mi padre emprendedor. Mi madre funcionaria. Mi madre por un lado diciendo de las suyas. Y mi padre por el otro lado con sus hits.

Y mi hermana y yo, como viene a ser en todos los casos, siendo sus sacos de boxeo. De sus motivaciones. También de sus miedos.

Pues bien. Pon atención a una de estas frases del top ten en mi infancia. La autoría de la frase era de mi padre. Aunque los dos la utilizaban.

Estudia porque si no acabarás vendiendo bragas al Minimum.

Vaya por dios. La escuché toda la vida. Retumbaba en mi cabeza una y otra vez.

Y si no eres de Tarragona, te estarás preguntando que es esto del Minimum. Pues bien. Antes te he dicho que te quedaras con un detalle. ¿verdad?

Exacto. Es una tienda de lencería. Que a día de hoy sigue estando en la que viene siendo mi calle también.

Y ahora la reflexiono, con más consciencia y perspectiva, veo que hay un error monumental en esta frase. Bueno varios. Mi padre se dejó información. 

Tan sólo consideraba en la fórmula del éxito, y por lo tanto el camino de la felicidad, el puesto de trabajo. El puesto de trabajo y también el sueldo.

Y no. Ahora, con perspectiva lo veo más claro.

Porqué vender bragas en el Minimum SI me podía haber hecho feliz

Porqué el éxito va de tener salud mental en el trabajo. 

Porqué el éxito va de ponerle pasión al asunto. 

Porqué el éxito va de tener salud física. 

Porqué el éxito va de tener buen rollo con los compañeros.

Porqué el éxito va de respirar un liderazgo inspirador.

Porqué el éxito va de creatividad y relaciones.

Podría seguir. Pero no hace falta. Tú también sabes qué hay más en tu fórmula del éxito. Tu fórmula.

Y es que la felicidad no es una cuestión tan sólo de puesto. No.

La felicidad no es una cuestión tan sólo de sueldo. Tampoco.

Quizás la felicidad tan sólo sea una cuestión de actitud.

Y quizás en el Minimum de actitud, vayan sobrados.

Hoy ya es martes.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Dedico este post al capo del Minimum, que también está por aquí y forma parte de la (r)evolución. ¡Doy fe de ello!