A veces uno se da cuenta tarde de lo que realmente es importante.

¿Porqué? Porque vamos como pollos sin cabeza.

Voy a aclararte qué quiero decir.

Nacemos. Crecemos. Pasan un montón de cosas. Y llega hoy. Llega hoy y siguen pasando un montón de cosas, que puede que te hagan feliz o no.

Vale, voy a intentar aclarártelo mejor.

Te cuento el caso de Andrés.

Andrés es un hombre aparentemente con todo lo que es considerado tener éxito en la vida. Andrés actualmente es el gerente de una empresa familiar, él forma parte de la tercera generación. La empresa va como un tiro. Además Andrés tiene un casoplón y vive en una idílica urbanización con vistas al mar. Andrés está casado con su mujer con la que tiene dos hijos. Andrés tiene su cochazo, también. Y por supuesto, también tiene dos perros, uno no, dos, una pareja de galgos. Andrés además tiene hobbies que comparte con sus amigos, entre ellos no puede faltar el pádel y los partidos de fútbol. Y más cosas tiene Andrés. Más.

¿Pero sabes qué?

Andrés un día me confiesa que se siente vacío. 

Madredelamorhermoso. Andres, ¿qué me estás contando? 

Vale Andrés, tiene lo que aparentemente cualquiera podría anhelar. Su vida es una representación detallada de la definición del éxito que muchas personas podrían tener. O no. O si.

Ya.

Pero la definición de éxito, ¿Para quién? ¿Para sus padres? ¿Para la sociedad? ¿Para su entorno? ¿Según nuestra cultura?

Y el problema radica aquí, tenemos definida la felicidad según lo que hemos visto en el exterior, en lugar de buscar la respuesta en el interior. Y es que mucho se habla de salud mental y bienestar, pero ¿dónde está la asignatura en el colegio sobre temas vitales importantes? Yo no la tuve. 

¿Y sabes qué me responde Andrés cuando le pregunto qué es lo que quería en su vida? 

Aquí tienes la respuesta.

Bibi, esto nunca me lo había planteado. Ya estudié lo que tocaba como tráiler y luego ni me planteé el resto de la película. 

(Silencio absoluto)

Nunca me planteé si quería regentar la empresa familiar o me hubiera gustado ser pintor.

Nunca me planteé si quería tener una casa con vistas al mar o me hubiera gustado vivir en diferentes países.

Nunca me planteé si quería tener una familia o quería la libertad de ser un alma libre.

Nunca me planteé si quería jugar al pádel o me hubiera gustado aficionarme al té japonés, qué se yo.

Y es que nacemos. Crecemos. Pasan un montón de cosas. Y llega hoy. Llega hoy y siguen pasando un montón de cosas, que puede que te hagan feliz o no.

Y sabes qué pasa en este preciso momento, ¿verdad?

(Repique de tambores)

Atento. 

¡Bienvenida crisis de los 40, de los 50 o si es tu caso y ya te empieza a doler todo después de un esfuerzo no habitual, la de los 60!

Pero si no hicimos nunca un plano de nuestra vida ¿qué esperábamos?

Porque dime, ¿sabes como quieres que sea tu vida dentro de cinco años? ¿Lo tienes pensado? 

Intuyo la respuesta.

Pues eso, vamos como pollos sin cabeza.

Así que aquí te va el consejo del día que nadie me ha pedido. No va de déjalo todo, sal de tu zona de confort, bla, bla, bla. No.

Va de que mire que tienes a tu alrededor, estate atento a lo que te hace feliz, atrévete a escuchar qué es lo que quieres en tu vida y empiézalo a crear. En serio, no es tarde.

Incluso, puedes haber cambiado de opinión. Antes tenías unas necesidades y unos deseos, y ahora tienes otros. Y tampoco pasa nada.

Bueno, quizás haya algunas cosas que no puedes cambiar porque no puedes poner a tus hijos en Wallapop. Pero si quizás al igual que le diría a Andrés, le puedas dejar espacio a la pintura, puedes plantearte una nueva manera de vivir, crear paralelamente nuevos proyectos profesionales, lo de la pareja… paso palabra que yo no quiero líos, o puedes apuntarte también a un curso de té japonés.

Dale espacio hoy a lo que realmente te hace feliz. Hoy. Hazlo antes de que sea demasiado tarde. Hazlo.

Y esto y otros temas vitales importantes que no vimos en el colegio también lo vemos en la formación de bienestar en empresa. ¿Y sabes porqué? Porque invertir en tu felicidad también es invertir en la empresa. Y me flipa.

Quién nos iba a decir que hoy ya sería jueves.

Disfrútalo.

Bibi

PD. Hoy no hay posdata.