¿Sabes qué? Hoy te quería contar otra historia.
Pero al fin he cambiado de opinión.
La primera historia ya la tenía escrita. Iba del paralelismo de las empresas y los pasajes del terror.
Si, algo así de lo que me venía a la mente cuando pienso en el día a día en algunas empresas, como lo vivimos rollo zombies, el miedo de andar por ahí solos y a veces a oscuras, algunas instalaciones y algunos personajes de la historia, dignos de las mejores películas de terror.
Ya te lo imaginas, historias para no dormir.
Y me he echado atrás.
Porque sí, está bien poner el foco en lo negativo de vez en cuando para poder cambiar algunas cosas en la historia.
Y es por esto, que estamos aquí tu y yo. Para cambiar la historia y nuestras vidas. ¿O no?
Pero para cambiar la historia, también mola tener casos de inspiración, poner el foco en lo positivo, en el optimismo, en las buenas prácticas y en el conocer que hay maneras y maneras de hacer.
Voy a ir al grano.
El otro día estuve en Horrorland, no se si lo conoces, es el mayor parque de terror de Europa y se celebra cerca de Barcelona.
Y flipé, y quedé impactada muy positivamente, y aunque no soy de reconocer con nombre y apellidos de las empresas, esta ocasión lo vale. Y por esto te he dicho el sitio, Horrorland.
Mira que me pasó.
Locura. Pasajes de terror. Espectáculos. Gente. Cerveza. Sólo adultos. Espectáculo RelaXXX spa. Más gente. Las motosierras que nunca me han gustado. Payasos. Más casas de terror. Más gente. Disfraces. Buen rollo. Gritos. Representación de los 7 pecados. Y mucho más, todo en un parque.
Si le tuviera que poner alguna pega, es algo personal, no se podía ir disfrazado. Y a mi, el rollo halloween me va, aunque no lo haya inventado un tipo de Cuenca.
Pero no quiero hablarte de ello. Quiero hablarte de lo que nos trae aquí cada mañana, los trabajadores y en este caso no del payaso o del loco de la motosierra, sino del equipo staff que había repartido en todo el parque.
En una palabra. Flipante. Maravilloso. Asombroso. Y digno de mención porque si no no te hablaría de ello, curioso, pero es así.
Al poco de llegar al parque pregunto a un chico del staff, y la pregunta no viene al caso. Lo que si viene al caso es la simpatía con la que me contesta. Me sorprende y mucho.
Al cabo de un rato, tengo otra pregunta, y otro chico staff me contesta de nuevo de una manera fuera de lo común. Más sorprendida. Van ya dos trabajadores seguidos, muy amables, y cuando digo mucho, es de sorprenderse.
Así que cada vez que veo a alguien del staff quiero saber si lo llevan de serie, sólo contratan chicos simpáticos o algo han hecho con ellos. No parecen estar amenazados por el compañero de la motosierra, no. Y pregunto de nuevo. Por mi asombro la historia se repite una y otra vez.
Wow.
Wow.
Wow.
Y aquí hay tres cosas importantes a tener en cuenta. Ni una ni dos, sino tres.
La primera, como mola ver a trabajadores satisfechos, comprometidos y disfrutando, y que sea una generalización, no un caso puntual.
La segunda, el hecho que a día de hoy sigan impactando estas actitudes y en cambio una actitud borde la veamos de lo más normal. Y no, no lo es. Ni para trabajadores, y ojo, tampoco para clientes. Que ambos forman parte de la ecuación.
Y tercera, el valor que aporta a la experiencia de compra y hace que esta se vuelve increíble.
Ok, el producto ya me satisface. Ya sabes, casas de terror, payasos con motosierras, los siete pecados, cerveza, vaya lo típico. Pero si además el trato es excelente, el buen sabor de boca es inevitable y la experiencia se vuelve doblemente buena.
Intenté dar con algún responsable para reconocer el trato y no di con él. Me gusta hacerlo habitualmente. No soy de quejas y reclamaciones pero cuando las cosas están bien hechas me gusta decírselo al trabajador, y más aún al jefe, para que sepa que tiene trabajadores diez en su equipo.
Soy muy fan de esta actitud y las empresas que lo consiguen, así da gusto. Si quieres ser una de ellas yo te cuento cómo conseguirlo y ganar valor en la experiencia de compra, llámame.
¿En tu empresa esto ya está pasando? Esto es ser muy cool. Mucho, y me flipa.
Hoy es festivo. Disfrútalo.
Bibi
PD. Puede que estés de resaca de Halloween, si es el caso, cuídate y descansa. Y si tu empresa tiene prácticas que inspiren, no dejes de decírmelo, me encantará saberlo. En serio.
