Madremía. Qué poco me gustan las redes sociales. Y es que me confieso más de piel.
Aún así, ayer estaba dando un paseo por LinkedIn y leí una historia que me llamó la atención.
Atento.
Los Monty Python fueron sin saberlo los responsables que todos utilicemos la palabra SPAM.
Sí. Ese correo molesto que nos llega día sí, día también y por defecto va directo a la papelera.
Hablo de ese correo…
Automático
Inútil
No deseado
Basura
Bien. La historia fue así.
SPAM es el acrónimo de un producto de carne fabricado en el Reino Unido y que se empezó a importar en 1937 a Estados Unidos. Shoulder of Pork And HaM. Era paleta de cerdo y jamón enlatada. Presentado en una de esas latas muy de los años 40.
Se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial y sirvió para alimentar a las tropas británicas, soviéticas y estadounidenses.
Fue tal su éxito que en los 60 se comercializó por todo el mundo.
¿Y qué tiene que ver el correo no deseado con los Monty Python?
Pues fueron los Monty Python quienes en un sketch se cachondearon del SPAM.
Escena.
Dos clientes son bajados por cable en una taberna donde intentan pedir un menú de desayuno. La camarera recita todos los platos. Y en todos ellos está incluido el maldito SPAM.
Huevo y SPAM. Huevo, salchicha y SPAM. Huevo, tocino y SPAM. Huevo, tocino, salchicha y SPAM. SPAM, huevo, SPAM, SPAM, tocino, SPAM, SPAM, SPAM…
El cliente, quien ya está hasta los mismísimos del SPAM, grita enfadado que no le gusta el SPAM.
Y es entonces cuando todos los vikingos que hay en la taberna que cantan en voz alta SPAM, SPAM, maravilloso SPAM.
Y es que el SPAM se volvió un producto que estaba por todas partes pero ya nadie quería. Empezaba a resultar fastidioso e inoportuno.
Cuando internet se popularizó, alguien se acordó de ese sketch y decidió nombrar al correo basura como SPAM.
Y mientras leía la historia, mira hacia donde iba mi pensamiento. Te lo puedes imaginar.
Que buenísimo sería disponer de una papelera, como la que tenemos en el ordenador, donde fueran todos los pensamientos
Inútiles
No deseados
Basura
Y podrían ir directo a la papelera sin pasar por la casilla de salida.
Sería brutal.
Aunque ni Alexa ni la IA va a resolver esto. El mindfulness si podría hacer algo por ti, pero te empeñas en no entrenarlo.
En fin. Yo tampoco tengo ninguna carpeta SPAM para tu cerebro. Ni tampoco para tu equipo. Tampoco un curso de mindfulness.
Lo que sí tengo es un curso donde durante una jornada entera hablamos sobre el funcionamiento del cerebro. A lo loco.
Descubrimos todos los secretos para quererse bonito a uno mismo.
Y también para querer bonito a los demás. Incluso a tu jefe. Incluso a aquel compañero que te ha venido a la mente que parece imposible de querer. El mismito.
Ya sabes que quien conoce cómo funciona el cerebro goza de una ventaja competitiva. Y este puedes ser tú. Y tu equipo. Aquí tienes el enlace.
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Por cierto. Ya es martes.
¡Disfrútalo!
Bibi
PD. Ayer estaba con un equipazo de profesores hablando de comunicación. Me dijeron que no era suficiente con un curso. Que porqué no unas colonias. No me tentéis.
PD2. El curso, arriba.
