Hoy es 8 de marzo. Pero no es un ocho de marzo cualquiera.

Hoy es un 8 de marzo de 1862 y estás en Washington D.C. Ni más ni menos que en la Casa Blanca. Ya sabes, en los Estados Unidos de América.

Hoy es un 8 de marzo de 1862 por lo que todavía no está instaurado el día internacional de la mujer. No, tampoco.

Quieres mejorar tu liderazgo en tu equipo, en tu empresa. Y te has propuesto aprender modelando a los mejores. Me parece bien.

Así que hoy, 8 de marzo de 1862, tienes la oportunidad de hablar con Abraham. Abraham Lincoln. No te preguntes cómo lo has conseguido. Has vencido todo obstáculo y todas las excusas, y allí estás.

Abraham, al igual que tú y al igual que yo, tiene algunas causas por la que trabaja cada día. Trabaja con un propósito y entre otras finalidades le mueve el acabar con la esclavitud. Ni más ni menos. 

Vaya, como se las gasta el tipo. Muy fan.

Y allí estás tú sentado con él.

Quizás ya has visualizado los enormes ventanales y las puertas que forman el despacho, las doradas cortinas, la chimenea y el escritorio resolute del despacho oval. Pero no. No es el despacho oval donde te encuentras.

Recuerda que es 8 de marzo de 1862 y éste no es todavía el despacho oficial del presidente.

Aún así, allí estás tú con Abraham. Sentado en unos imperiosos sofás de piel. Marrones. En la mesa de centro un gran ramo de flores os acompaña.

Estás tomándote un café. Un amable señor del servicio te ha colocado delante té, café y leche. También algo de azúcar. Y tú con delicadeza has escogido el café acompañado de una onza de chocolate negro. Del que te gusta.

Todavía no te lo crees. Pero allí estás. Él contándote algunas movidas en las que está trabajando. Y tú con cuatro ojos no queriéndote perder ni un segundo de esta oportunidad.

Pasado un rato, aunque lo estás disfrutando y te quedarías más. Te despides de Abraham. En la puerta te espera uno de los cuantos jefes de seguridad que hay para llevarte de nuevo a la salida. Tu visita está cronometrada. 

Cuando te vas. Un coche del servicio oficial ha venido a buscarte. El chófer te ve pensativo y te da la enhorabuena por haber sido uno de los afortunados que se ha sentado con el presidente. No es lo habitual.

Te pregunta por tus apuntes de la libreta que sigues llevando abierta pues todavía no has reaccionado después del impacto. Sigues cautivado por el momento. Realmente impactado.

Pensativo le cuentas que te llevas unas cuantas lecciones de liderazgo, pero tres son las que vas a aplicar desde ya por eso de empezar a entrenar. Ni una ni dos. Tres.

Son unas destrezas propias del presidente de los Estados Unidos de América. No son moco de pavo y decides compartirlas con él. Sigues entusiasmado con la idea de interiorizarlas tu también.

La primera. Has apuntado sobre la importancia de trabajar la autoestima (real), la confianza en uno mismo y la seguridad para poder rodearse de colegas que destaquen en ámbitos donde uno flaquea. 

La segunda. Esta te fascina. Va de lo conveniente que es escuchar de manera curiosa y sincera los puntos de vista de los colegas, tanto con los que uno está de acuerdo como con los que no, para poder formarse opiniones propias más complejas.

La tercera. Como líder te has comprometido, al igual que Abraham, a utilizar el poderoso efecto de dar la razón y el reconocimiento a todos aquellos colegas que lo merezcan y sin temer asumir las responsabilidades.

(Léelas de nuevo si hace falta. Palabra de Abraham).

Acaba la carrera. Ya has llegado de nuevo a tu hotel. Le agradeces el trayecto y él te da las gracias por compartir tanta sabiduría.

Y es que compartir es vivir. Así que te dejo el enlace para que lo compartas con quien creas que le puede inspirar cada mañana este email. 

Hoy es miércoles. Y para alguien será el mejor miércoles del año. 

Igual también el tuyo. ¡A saber! 

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Las destrezas han sido extraídas de Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln de Doris Kearn Goodwin.

PD2. Esta también es una buena práctica para la creatividad. Yo la utilizo cuando quiero ver diferentes perspectivas de un tema. Me veo conversando con Steve Jobs o con Charles Darwin y me imagino que me dirían sobre una cuestión. En serio, puedes probarla.

PD3. Si quieres herramientas para que la creatividad e innovación formen parte de tu día a día en la empresa, aquí te va un enlace de workshop que tengo para ello. Cualquier cosa, llámame.