Vale, tengo que confesarte algo. Quizás ya lo sabes. O quizás no.

Como si no tuviera bastante con mi trabajo y dedicación a lo que hago, cuando me voy de cañas con mis amigos me gusta hablar de temas de empresas y emprendimiento. Me fascinan.

Doctor, cúrame. O no. Porque a mí, estas conversaciones me ponen y mucho.

Y ayer fue uno de estos días.

Fíjate.

Estábamos un buen amigo y yo enfrascados en una conversación. Él. Director financiero de una mediana empresa. Y yo. Curiosa y en mi (r)evolución, de la cual tu también formas parte y ya sabes de que va.

Hablábamos de hábitos, rutinas y productividad. Cuando de repente me dijo…

– Bibi, yo soy muy poco de marcarme objetivos, mi (r)evolución es diaria. Y te aseguro que año tras año sigo creciendo. Eso si, trabajo cada día para la mejora continua y siempre estoy dispuesto a provocar el cambio. 

– Esto suena muy bien. No seas egoista y cuéntame más, Sensei. Vivir es compartir.

Es entonces cuando mi amigo me explica las dos cosas que hace cada día para su crecimiento y el de su equipo, Y me parecen fascinantes y pura inspiración. 

Atento.

La primera.

El poder del uno por ciento. Procedente de la filosofía Kaizen. Cualquier cosa que mejoro un tanto por ciento de manera regular, acaba creciendo exponencialmente.

Es decir, si en mi equipo mejoramos un uno por ciento cada día en algo, al cabo de un año obtenemos una mejora acumulada de casi 40 veces.

Imagínate que hoy quieres empezar a correr y corres 100 metros, si cada día corres un uno por ciento más, al cabo de un año podrás correr casi 4km. Fácil.

La segunda.

A parte de cumplir lo que esperan de mi como jefe, intento hacer cada día una acción de riesgo. Y una acción de riesgo puede ser nuevos procedimientos, nuevas ventas a gigantes o planear la exportación a un nuevo país. Por ejemplo.

No hace falta que sean acciones espectaculares. Pero hay algo cierto, sólo que una acción de cada veinte tenga éxito, ya nos salimos del camino establecido y podemos cambiar el curso de la empresa. Wow.

Y tal como me lo contó, así te lo he compartido.

Ahora es tu decisión saber si sigues con lo tuyo. Incorporas una mejora de un uno por ciento, haces una acción de riesgo, o te tomas una caña con un buen amigo. Feel free.

No será por opciones.

Todavía es martes.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Si, si. Para los que me estáis preguntando estos días. Todavía estáis a tiempo de utilizar el crédito de la Fundae, y todas las formaciones se puedes bonificar. Cualquier duda, llámame.