Hoy voy a confesarte algo personal. 

Tengo un pequeño vicio. Bueno, tengo más de uno. Pero hoy quiero compartir contigo un pequeño vicio con esencia zen.

Que no esencia hinduista, porque si fuera así podría ser algo relacionado con el kamasutra. Pero no, no va por aquí.

Es algo que me encanta y a menudo lo practico. Y es hacer limpieza de mis espacios. Mi casa. Mi despacho. Mis áreas favoritas.

No te hablo de higiene. El higiene y el orden lo doy por sentado. Te hablo de sacarme de encima trastos. 

Detesto los trastos. Detesto los pongos. Me gustan que las cosas tengan una utilidad. Sí, pueden tener también una utilidad decorativa, pero para mi, menos es más. Casi siempre.

Soy más bien minimalista. Y adoro la sencillez. Igual te suena todo un poco a Marie Kondo. E igual voy por aquí. Pero además de hablar de deshacernos de un desorden físico también hablo de hacerlo con el desorden mental.

Bueno, si tú lo tienes todo muy ordenado ni sigas leyendo. No cal

Si sigues aquí al igual te interesa.

La sensación que tengo cada vez que hago limpieza física es la misma que cuando me libero de cargas mentales. Y me encanta.

Es como desapegarme de lo que no me aporta.

Somos más de acumular. Somos más del apego. Tanto físico como mental.

Lo mismo pasa en lo emocional. O ¿acaso no has sentido alguna vez la sensación de ligereza después de un estallido de rabia o una buena llorera?

El alma se queda relajada, más ligera y más descansada, ¿verdad?

Reflexiónalo. No siempre es fácil liberarnos de los que nos pesa. No.

Al igual que nos cuesta despegarnos de las cargas físicas. Nos cuesta liberarnos de las mentales.

Y ello puede ser una vía directa hacia tu felicidad, tu paz. Eliminar lo que no necesitas para un estado más óptimo.

Y es que el saberte desapegar de algo quizás sea uno de los caminos más directos a la abundancia. A la riqueza. A la plenitud.

¿Hay algo que te pese y no te está permitiendo ir más ligero? Atrévete a soltarlo. También válido para los miedos. Y si eso, ya me cuentas.

¡Vaya como estoy hoy! Ahora mismo voy camino a Madrid con una lectura zen. Quizás ello tenga algo que ver. Sólo quizás.

Hay miércoles muy extraños. Igual hoy es uno de ellos.

¡Disfrútalo!

Bibi

PD. Hoy no hay posdata. Estoy tan zen que ni te voy a vender.

PD. Ninguno de mis mails están generados con ChatGPT. Ninguno. Te avisaré si cambio de opinión.