No se si sabes quien es Greg Dyke.

Pero por si acaso te lo cuento.

Greg Dyke es un ejecutivo británico y periodista, que además fue director del Manchester United y rector de Universidad de York entre otros. También lideró la BBC entre el año 2000 y 2004.  

Greg siempre fue reconocido por su estilo de gestión de los trabajadores. Un tipo muy abierto, con un liderazgo arriesgado y de quien se decía que cuidaba muy bien la relación con los trabajadores.

Para destacar algún hito más, fue galardonado por su lucha contra el racismo laboral. Grande.

Pues bien. A lo que iba. Cuando lo nombraron director de la BBC, esperaban que diera un primer discurso. Lejos de ello, solicitó poder conocer todas las sedes de la BBC durante los primeros 5 meses de mandato.

Cuando llegaba a las sedes, se presentaba a cada uno de los trabajadores y les hacía a todos ellos las dos mismas preguntas. No tan sólo a los jefes o corresponsales, no. A todos.

La primera pregunta.

Según usted, qué es lo único que puedo hacer para mejorar la vida de nuestra audiencia.

La segunda.

Según usted, qué es lo único que tengo que hacer para mejorarle la vida a usted.

Al finalizar esos cinco meses. Si hizo el discurso. Pues para entonces se había asegurado que todos y cada uno de los trabajadores supieran que les importaba su vida y habían tenido la oportunidad de ser escuchados para aportar su grano de arena de cómo debía dirigirse la compañía.

Y yo. Me quito el sombrero.

Y tu, quizás pienses, bueno Bibi, pues no son para tanto. ¿Que no? Vuélvelas a leer. En serio, sube unas líneas y vuélvelas a leer.

Dos preguntas. Dos preguntas sinceras y poderosas para liderar de forma diferente su mandato, y mejorar las relaciones y los negocios.

Porqué ya sabes que negocios y relaciones van de la mano. No existe uno sin el otro. 

Tener el foco en tu cliente y querer mejorar su vida es la estrategia más directa para seguir creciendo y mejorar los resultados. No mirando tu producto o tu empresa. Mirando a tu cliente. La clave para la innovación.

Y tener el foco en tu cliente interno y querer mejorar su vida es la estrategia más directa para seguir creciendo y mejorar los resultados. No mirándote a ti o a tu empresa. Mirando a tu trabajador. La clave para una empresa sana y con mentalidad de crecimiento.

Y para ello hay algo que puedes hacer y es entrenar la curiosidad. 

Si, la curiosidad. La primera de todas las fortalezas humanas definidas por Martin Selligman, un referente internacional de la psicología positiva. 

La curiosidad. El deseo de exploración, aprendizaje, de tener un interés sincero por el mundo y estar abierto a nuevas aventuras.

Y que no siempre utilizamos. Maldita sea. Y yo me pregunto ¿Porqué siempre vamos a medio gas? 

La curiosidad es fundamental para seguir construyendo conocimiento, tanto en lo personal como en lo profesional.

Otro día te hablaré más acerca de ella. Pero de momento hoy te voy a dar dos técnicas para entrenarla. Ni una ni tres. Dos.

La primera. Empieza a hacer cosas diferentes, nuevos caminos para ir al trabajo, nuevos hábitos, prueba cosas nuevas de comida, lee nuevos libros. Entre otros. Y curiosea acerca de ello.

La segunda. Practica el arte de preguntar. Y curiosea también. Sólo haz preguntas. Sólo, digo, como si fuera fácil.

Es más, ya sabes que la obsesión de tu cerebro es el ahorro de energía y aquí tendrás que invertir energía. Tómatelo como una inversión.

Y si quieres entrenar a tu equipo en ello, ya puedes empezar promoviendo estas dos técnicas. Si quieres saber más habilidades que tu equipo debe desarrollar por eso de seguir aportando valor, entonces llámame. 

No hay creatividad sin curiosidad.

No hay conexión sin curiosidad.

No hay vida plena sin curiosidad.

Hoy si, ya es viernes.

Disfrútalo.

Bibi

PD. Ahora puedes hacer como si nada y seguir con tu trabajo, o puedes levantarte y preguntar. Preguntar y preguntar. Y si eso, puedes escuchar las respuestas también. Feel free.