Generar experiencias emocionales en el momento de compra es lo más. Sin duda, emoción es seducción.

Nuestro amigo Jobs lo tenía claro. Y a ti puede que te inspire su manera de hacer. 

Fíjate.

Soy muy fan de Apple. 

Tengo muy presentes los momentos de compra de cada uno de los productos que he adquirido a lo largo de estos años.

Recuerdo la llegada a casa de mi primer ordenador de mesa que compré (mi primera adquisición). Fue como la llegada de un hijo. Ya te digo. Arreglé todo el despacho para tenerlo todo preparado tal y como mi Mac merecía.

También lo hice con mi hija. Creo que lo hice más o menos con la misma ilusión. Llámame intensa.

Del hospital no. Pero de la tienda de la manzanita salí pegando saltos de alegría (si me conoces sabrás que literal pegaba los saltos) y con una sonrisa que no cabía en mi cara.

Y así -hasta día de hoy- sigue siendo cada una de mis nuevas adquisiciones. 

Bueno. A lo que iba.

El otro día cogí el relieve de mi macbook que ya estaba a las últimas e hice todo el ritual. Tienda. Saltos. Emoción. Sonrisa. Casa. Mesa despejada. Momento cumbre.

La experiencia de compra la tienen curradísima.

No se si has comprado alguna vez algún producto de Apple. Si es así, lo sabrás. No puedes ir con prisas. Una de las cosas que me flipa es que no se abre la caja al momento. Tienes que esperar cinco segundos mientras se abre lenta y suavemente.

Y eso pasa en cualquiera de sus dispositivos. 

¿Y sabes porqué? Por dos motivos. Dos.

El primero. Jobs quería que estuvieras muy presente en ese momento para que fueras capaz de poner en marcha los cinco sentidos, lo visual observando la belleza, lo acústico, lo sensorial, el tacto de la caja… Buah. Momento orgasmo. Presencia. Experiencia. Momentazo.

El segundo. Porque en la espera que se produce durante estos cinco segundos hace que cuando consigues tener en tus manos el dispositivo te de mayor satisfacción. Ou yeah.

Y todo ello queda almacenado en tu cerebro. Dejando huella y una bonita sensación. Consiguiendo así que te enamores si cabe un poco más. El deseo de cualquier marca. Igual también de la tuya.

Y es que Jobs sabía muy bien como funciona el cerebro de su tribu. Y así le fue.

Tú también lo puedes utilizar para mejorar tus resultados. Y no hablo tan sólo de la venta de un producto. Puedes incluirlo también en tu comunicación y en tu liderazgo.

Quizás en el momento de vender cualquier idea. Pruébalo.

Si no sabes cómo. Llámame, y te lo cuento.

Hoy es miércoles. Y ya sabes que hay miércoles muy extraños.

¡Suerte!

Bibi

PD. Te dejo el enlace del workshop de creatividad e innovación para que tengas herramientas para diseñar, al igual que hizo Jobs, momentos orgasmo en tu empresa